lunes, 2 de febrero de 2009

Hello Ms. Menopausia

La Menopausia es una de esas visitas que por muchas escobas que pongas detrás de tu puerta llega y llega. Se instala sin previo aviso, sin ser invitada, generalmente nunca llega sola viene acompañada de varias amigas íntimas, tan jodonas como ella.

A mi me visitó una tarde de diciembre hace par de años, llegó con su socia la presión alta.
Y ambas hicieron par de goles. Mi portería no tenía lista su defensa, así que la reunión entre todos mis jugadores fue de urgencia y sin plan previo. Ver los sucesos en términos deportivos ayuda a no tomarse la vida demasiado seria cuando aún están por llegar acontecimientos que lo serán aún más. Así que la emergencia de mi cita deportiva fue a ritmo de un silbato del entrenador (yo) revisando mis estrategias rápidamente y de la parte contraria dispuesta a dejarnos como el gallo de Morón sin plumas y cacareando.

Afortunadamente soy un hueso duro de roer, y partí volando a un encuentro con el segundo hombre que tenemos algunas mujeres, conocedor de nuestra intimidad como ningún otro, eso sí desde otro punto de vista felizmente, ya nos conocíamos pero la rutina anual esas que por responsabilidad es inevitable, pero ahora era otra historia, así que este tu a tu con Mr. Ginecólogo (alias Jack) dispuesto a intervenir en nuestra cancha en condición de Jack el destripador navaja en mano intentando quitar mis queridos órganos femeninos fue cero a cero, un absolutamente No de mi parte, y él dizque dando todo tipo de argumentos que una madre cuarentona categoría en la que yo ya competía no hacía nada con sus añejosovariostrompasblablabla. Así de simple y de repente se declaraban caducados semejantes partes de mi femineidad. No le pare bola y decidí seguir con todo mi equipo hasta que por decisión propia no me quedara otra y ha sido una buena estrategia, aquí estoy tal y como vine al mundo. A este mundo que a toda costa tiene la manía de declarar lo envejecido como inservible y no necesariamente es así, quizás son primos hermanos pero los días de vencimiento para mí aún no habían llegado.

Creo que ambas( la Meno y yo) nos hemos tomado hasta cariño y he llegado invicta a mi mitad de siglo con todas mis piezas de fábrica, como originalmente la madre naturaleza me premio, y soy de esas mujeres que he conjugado el verbo querer en primera persona todo el tiempo, me he querido, me quiero y me querré lo suficiente como para caerme y levantarme cuantas veces me lance en la búsqueda de esa jugada, de la jugada perfecta. De la que nos deja sin aliento, la que recibe el reconocimiento de todo el público y de las que el grito de GOOOL!! nos da fuerzas para seguir en este escenario que es la vida. La fortuna de tener los pechos hoy por hoy y el resto de mis pertenencias a estas alturas del partido es testigo de mi victoria contra Mr. Jack que estuvo con cronómetro en mano pronosticando esto y aquello, empeñado en convertirme en una estadística.
No me malinterpreten, no soy tonta , los ojos no se pueden cerrar a la realidad, sé que todas somos una estadística en los tiempos que corren, somos tratadas como eso, por aquí y por allá , pero ojo, tenemos opciones aún, la crisis no es de ideas, para suerte de algunas las ideas también pelean y duro, así que darle tiempo al tiempo puede convertirse en algo positivo en muchos casos, en el mío lo fue, el tiempo es capaz de curarlo todo y mis maluqueras pasaron no hubo que aplicar la drástica táctica “abajo de un solo tajo” . Para ese entonces yo estaba animada, activa y dispuesta a pelear a no dejarme vencer!!. Así que colgué en el umbral de mi puerta un cartel que decía: Bienvenida Ms. Menopausia y la recibí con los honores de una visita que sabia llegaba para quedarse, como una ilustre huésped haciéndole saber que no era una inquilina mal querida que eso si vivir fregándome la vida no era buena idea, que lo mejor era respetarnos, que ella hiciera sus estragos justo lo necesario ni mas ni menos y que yo le daria lo suyo, una batalla a prueba de un buen partido.

Así que la Meno y yo comenzamos a ser buenas amigas, a tolerarnos, a tener planes, proyectos, todo lo hacíamos juntitas como un buen binomiocuadradoperfecto , y entre caminatas y ejercicios logre que este cuerpo mantuviera la dignidad del caso, la fórmula tinoxcalciofibrahierro me acompaña hasta hoy día , y con las banderas emocionales izadas y entre tormenta y tormenta he logrado salir con las botas puestas.

Y a grandes males grandes soluciones, no he bajado la guardia, trato de andar con mis coordenadas hacia mi horizonte soy acuario soy oveja soy una mujer común, de esas que nunca las madres, ni hermanas ni escuela alguna preparo para tener amigas como la menstruación. Llegaron y llegaron en orden, como debe ser, una primero dándome esa singularidad entre mis amigas que hace que te sientas importante en ese momento de tu juventud, la otra llegando justo para que mi medio siglo se coronara y pudiera tener hasta mi fiesta nacional.

Fui de esas chicas que descubrieron el mundo de las “Me” de forma independiente y entre renglones en las clases de biología de aquellos años. Pero en todo caso acá estoy, ganando y negándome a quedarme sin compartir con otras mujeres mi experiencia, negándome a no compartir con mi hija esta vivencia, porque en la unión esta la fuerza y las mejores victorias son aquellas donde los trofeos son las palabras de aliento que van
de soldado en soldado. Mi batalla está por terminar , bueno eso espero, no hay ganador ni vencido, todo lo contrario sigo siendo una mujer que los años me han dado la alegría para vivirlos y las fuerzas para compartirlos. Soy una mujer que trata de aligerar su equipaje jornada tras jornada, y escribir mis vivencias esta siendo una terapia de las mejores. Estoy más ligera, más veloz, estoy lista para seguir sumando y restando, sigo con mi cartel de BIENVENIDA, ESTA ES TU CASA a cuanta visita toque a mi puerta…………..

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes leerlo, hacerlo tuyo, interiorizarlo y espero tus comentarios.